El principio ALARA como medida de protección radiológica ante aparición de fuentes huérfanas
Las radiaciones ionizantes de origen natural están presentes en la naturaleza que nos rodea. Además de la radiación cósmica, se producen radiaciones ionizantes como consecuencia de la presencia de materiales radiactivos existentes en la corteza terrestre1. Las radiaciones artificiales, pese a ser un avance científico que ha permitido el desarrollo de la sociedad tal y como la conocemos, pueden causar graves daños a la salud. Es por ello que la protección radiológica debe basarse en tres principios básicos entre los que se encuentra el de la optimización, también llamado Principio ALARA.