En este glosario del cáncer recogemos los términos relacionados más comunes, desde su clasificación básica en leucemia y tumor sólido hasta las técnicas de tratamiento que incluyen la radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia y terapias adyuvantes como la hipertermia oncológica. También se tratan con brevedad la estadificación, los programas de cribado o screening para la detección temprana y el diagnóstico precoz con el fin de lograr un mejor pronóstico de la enfermedad.
El cáncer no es una única enfermedad, sino que agrupa a un conjunto de más de 300 patologías que pueden producirse en cualquier tejido y órgano del cuerpo. De forma general se clasifican en leucemias, cuando proceden de las células sanguíneas, o tumores sólidos, cuando se originan en órganos sólidos.
Se engloban todas estas patologías bajo el término cáncer porque se caracterizan por la proliferación celular de forma anormal e incontrolada. Es decir, los diversos tipos de cáncer presentan la capacidad específica de invadir y destruir tejidos sanos.
La mayoría de los tipos de células cancerosas forman una masa llamada tumor o neoplasia (si bien no todos los tumores son malignos o cancerosos). Los tumores malignos también pueden propagarse a otras partes del cuerpo a través de los sistemas sanguíneo y linfático, lo que se conoce como metástasis.
Importancia de la detección temprana y el diagnóstico precoz del cáncer
La estadificación es el proceso para determinar la etapa o estadio del cáncer, es decir, la extensión de la enfermedad. El sistema más empleado es el TNM. La T hace referencia al tamaño del tumor o a la infiltración local de este. La N describe la afectación de los ganglios linfáticos. Se trata de estructuras que forman parte del sistema linfático y con funcionalidad en el sistema inmunitario, ayudando a combatir infecciones y el cáncer. Sin embargo, algunos tipos de cáncer se propagan por ellos. La M indica la presencia o ausencia de metástasis.
Las descripciones del sistema TNM se pueden agrupar en conjuntos por estadios, etiquetados con números romanos del I-IV. El estadio I es la fase inicial, II y III son fases intermedias y el IV es una fase diseminada. En general, un menor estadio indica mejor pronóstico de la enfermedad. El pronóstico es la predicción de la evolución de una patología, en este caso, el cáncer.
Por eso, es tan importante la detección temprana y el diagnóstico precoz. El objetivo es identificar la enfermedad antes de que produzca manifestaciones clínicas, en las etapas más iniciales que se pueden tratar con mayor facilidad. Los programas de cribado o screening se orientan a facilitar la detección y el diagnóstico a través de un conjunto de acciones. Utilizan pruebas diagnósticas en la población de riesgo con la finalidad de detectar el tumor en fases premalignas y/o iniciales.
Algunas de estas pruebas diagnósticas se realizan por medio de técnicas de adquisición de imágenes como los rayos X, la tomografía computarizada (TC), la resonancia magnética (RM) y la tomografía de emisión de positrones (PET). En la actualidad, se dispone de algoritmos de inteligencia artificial que actúan como soporte de los especialistas de imagen en la detección de distintas enfermedades, entre ellas, el cáncer.
Los factores de riesgo de la población implican cualquier causa que incremente la probabilidad de que una persona acabe desarrollando cáncer. Los factores de riesgo pueden ser comunes a varios tipos de cáncer (la edad, por ejemplo), o bien ser específicos para un tipo determinado. La exposición sin protección solar es un factor de riesgo del cáncer de piel y el tabaco del cáncer de pulmón, boca y garganta.
La incidencia del cáncer se está incrementando. Se trata del número de casos de una enfermedad que tienen lugar en una población durante un período de tiempo determinado. En cambio, la prevalencia es el número de casos de enfermedad, dividido por la cifra de individuos que componen el grupo o la población en un momento determinado.
Glosario del cáncer: términos más habituales de su tratamiento
El aumento de casos de cáncer resulta en una demanda creciente de tratamientos de alta calidad. El tratamiento puede dirigirse a obtener la curación (tratamiento curativo), aunque también puede ser paliativo. Este último no pretende curar la enfermedad, sino aliviar los síntomas y proporcionar una mayor calidad de vida al paciente. La calidad de vida es un fenómeno subjetivo y multidimensional de factores físicos, funcionales, emocionales, sociales y espirituales. Se relaciona con los síntomas del cáncer y con los efectos secundarios no deseados que puede tener el tratamiento, debido a la toxicidad, sobre todo si se administra en dosis elevadas.
Una vez se ha diagnosticado el cáncer, se establece el protocolo de tratamiento, que consiste en un esquema o plan para un paciente determinado. En la actualidad se dispone de distintas técnicas de tratamiento. Por una parte, está la cirugía de escisión, también conocida como tumorectomía, cuyo objetivo es extirpar el tumor y una pequeña cantidad de tejido normal circundante. La distancia que separa el tumor del tejido extirpado se conoce como margen. Un margen quirúrgico negativo significa que no se encontraron células cancerosas en el borde externo del tejido extirpado. Por tanto, se considera un signo de que se ha eliminado todo el tumor. En caso contrario, se habla de margen quirúrgico positivo e indica que queda cáncer en el organismo.
La radioterapia es el tratamiento antitumoral por medio de radiaciones ionizantes que busca destruir las células cancerosas y los ganglios cercanos, además de reducir el tamaño del tumor.
La quimioterapia es el tratamiento farmacológico para destruir las células cancerosas en su lugar de origen y en cualquier otra zona por la que se hayan diseminado. Puede ser endovenosa, si el fármaco se administra con lentitud en el torrente sanguíneo, y oral en forma de comprimidos, sobres o cápsulas. La causa más frecuente del fracaso de los tratamientos oncológicos es la quimiorresistencia, es decir, la resistencia de las células tumorales a la quimioterapia.
Para contrarrestar la quimio y radio resistencia, se pueden emplear terapias adyuvantes como la hipertermia oncológica. La hipertermia es el procedimiento para tratar el cáncer mediante la exposición del tejido tumoral a altas temperaturas. Así, se sensibilizan las células tumorales al tratamiento de radiación o quimioterapia.
Otro tratamiento disponible para ciertos tipos de cáncer es la inmunoterapia, que estimula el sistema inmunitario.
Si el tratamiento curativo resulta efectivo, se dice que el cáncer se encuentra en remisión. Se trata de la desaparición total (remisión completa) o parcial de los síntomas causados por el tumor. La remisión completa se puede clasificar dependiendo de si el cáncer ha desaparecido en la exploración (remisión clínica), en los escáneres (remisión radiográfica) o en el examen microscópico de muestras de tejido (remisión patológica).
La remisión puede no ser equivalente a curación, debido a la frecuencia de las recidivas o recurrencias. Las recidivas son la reaparición del cáncer. Pueden producirse en el lugar de inicio (recidiva local) o en los ganglios linfáticos cercanos a la zona de origen del cáncer (recidiva regional). Por otro lado, la recidiva a distancia son metástasis que no se habían detectado.
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Para profundizar más
American Cancer Society:
- Glosario sobre cáncer (Tener un entendimiento del cáncer, Todo sobre el cáncer)
- The Science Behind Radiation Therapy (PDF)
Asociación española contra el cáncer (AECC): Glosario (Todo sobre el cáncer).
Faguet, G. The Conquest of Cancer. (Springer Netherlands, 2015).
Halperin, Edward C. Wazer, David E. Perez, Carlos A. Brady, Luther W. Perez & Brady’s Principles and Practice of Radiation Oncology. (Wolters Kluwer, 2019).
Kazmierska, J. et al. Radiotherapy: seizing the opportunity in cancer care. (2018)